Un tercio de los pacientes con síndrome del intestino irritable necesitan intervención psicológica

En un estudio publicado en la revista BMC Family Practice (doi:10.1186/1471-2296-14-92) (versión PDF) se informa de la insatisfacción y frustración experimentadas tanto por los pacientes con Síndrome del Intestino irritable (SII) como por los profesionales de la salud.

El objetivo de este estudio fue explorar las perspectivas de los médicos generales en relación con el diagnóstico y el tratamiento del SII y sus opiniones sobre el posible uso de una herramienta de evaluación de riesgos para ayudar a las decisiones de manejo de los pacientes con SII en la atención primaria.

Se realizó un estudio cualitativo mediante entrevistas cara a cara semi-estructuradas con los médicos en el noroeste de Inglaterra. Las entrevistas fueron transcritas en su totalidad y los datos analizados mediante la comparación constante a través de entrevistas.

Los médicos generales describieron el SII como un diagnóstico de exclusión y el proceso como provisional e iterativo, con un retraso en la adición de un código de lectura al registro del paciente hasta que estuvieron seguros del diagnóstico.

Mientras que los médicos generales aceptaron que había una relación entre el SII y los síntomas psicológicos y sugirieron que la mayoría de los pacientes podrían ser tratados dentro de la atención primaria sin remisión para las intervenciones psicológicas, en conflicto con la guía inglesa del National Institute for Health and Care Excellence (NICE). Ellos no creen que una herramienta de evaluación de riesgos para los pacientes con SII podría ser útil.

Este estudio pone de manifiesto las tensiones entre el reconocimiento de la evidencia de la necesidad de identificar a los pacientes cuyos síntomas pueden llegar a ser crónicos y ofrecer una atención proactiva, incluyendo la referencia para las terapias psicológicas, y las perspectivas de manejo de los médicos generales de los pacientes en la práctica clínica cotidiana.

La reticencia de los médicos a remitir a los pacientes para los tratamientos psicológicos basados en la evidencia puede tener implicaciones para la atención al paciente.

Fuente:

Elaine F Harkness, Val Harrington, Sue Hinder, Sarah J O’Brien, David G Thompson, Paula Beech and Carolyn A Chew-Graham. GP perspectives of irritable bowel syndrome – an accepted illness, but management deviates from
guidelines: a qualitative study. BMC Family Practice 2013, 14:92